En una semana trágica, empezando con la muerte de David Lynch, nos enteramos de que Joan Plowright, una de las actrices más aclamadas de Reino Unido, gracias a su trabajo para el teatro, y viuda del legendario Laurence Olivier, fallecía el pasado 16 de enero, a los 95 años, en la residencia para actores retirados Denville Hall.
Nacida en Brigg (Lincolnshire) en 1929, Plowright empezó a actuar de niña en producciones de aficionados, recibiendo una beca para estudiar en la prestigiosa escuela del Old Vic. Su debut en cine tuvo lugar en 1957 con Tiempo sin piedad, un noir dirigido por Joseph Losey.
En 1960, casada con el también actor Roger Gage, Plowright conoció a Laurence Olivier durante el rodaje de El animador, película de Tony Richardson.
La relación entre Plowright y Olivier puso fin al matrimonio de la actriz con Roger Gage y al del actor y director con Vivien Leigh (Lo que el viento se llevó), desatando un escándalo que llevó a la pareja a mudarse a Nueva York por una temporada.
Durante esta época, el trabajo de la actriz en Un sabor a miel, la obra de Shelagh Delaney sobre la amistad entre una madre soltera y un joven homosexual, le llevó a ganar el premio Tony.
Finalmente, Joan Plowright y Laurence Olivier se casaron en 1961. Durante esa década abandonó temporalmente su trabajo para dedicarse al cuidado de sus tres hijos.
En los 70's volvió tímidamente al cine de la mano de su marido y John Sichel, directores de Tres hermanas (1970).
Tras actuar junto a Olivier en El mercader de Venecia (1973), la actriz coqueteó con el escándalo en Equus (1977), adaptación de la obra de Anthony Shaffer dirigida por Sidney Lumet y protagonizada por Richard Burton.
Durante los 80's la pudimos ver en algunos films, destacando Britannia Hospital (1982), brutal sátira de Lindsay Anderson contra Margaret Thatcher y sus privatizaciones de servicios públicos, que tampoco estuvo exenta de polémica, y Conspiración de mujeres (Peter Greenaway, 1988).
Los 90's fueron su segunda época dorada, ya que apareció en papeles secundarios pero destilando una calidad insuperable, y casi siempre en papeles de veterana muy entrañable.
Empezó la década con la comedia Te amaré hasta que te mate (Lawrence Kasdan, 1990), en la que coincidió con Kevin Kline, Keanu Reeves, River Phoenix y William Hurt.
En 1991, dos años después de enviudar, la actriz trabajó en una adaptación televisiva de La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, y en la película Un abril encantado, que le dio un Globo de Oro y una nominación al Oscar.
Al año siguiente, su aparición junto a Robert Duvall en el telefilm Stalin le proporcionó un Globo de Oro.
En 1993 se la pudo ver en la adaptación de Daniel el travieso, interpretando a la Sra. Wilson, vecina del protagonista, y El último gran héroe, para luego aparecer en El pico de las viudas (1994) o La letra escarlata (1995).
Jane Eyre, Mi adorado amigo y 101 dálmatas... ¡Más vivos que nunca! son los títulos en los que apareció en 1996, para finalizar la década con Baila conmigo (1998) y Té con Mussolini (1999), cuyo reparto también incluía a Cher, Judi Dench, Maggie Smith y Lily Tomlin.
El nuevo milenio le siguió ofreciendo trabajo, pero con menos intensidad y presitigo. Los films destacables serían Callas forever (2002), Se montó la gorda (2003) o Las crónicas de Spiderwick (2008), siendo El secreto de la mansión (2009) su último trabajo ya que se retiró en 2014, cuando perdió la vista a causa de la degeneración macular.
Desde ROCKBUSTERS lamentamos la pérdida de una actriz a la que descubrimos tarde, pero en una época en la que sin su entrañable sonrisa, nada habría sido igual.
Descanse en paz, Sra. Wilson!
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