Hace unos días recibimos la noticia del fallecimiento, en su domicilio de Los Ángeles, de Peter Fonda, a los 79 años de edad, debido a no poder superar el cáncer de pulmón que padecía desde hace tiempo.
Nacido en Nueva York en 1940, era hijo de Henry Fonda y de Frances Seymour Brokaw, convirtiéndose en hermano de Jane Fonda y padre de, la también actriz, Bridget Fonda.
Fonda comenzó su carrera en Broadway a principios de los 60, apareciendo en alguna serie de TV.
En 1963 debutó en el cine junto a Sandra Dee en Tammy y el doctor, para después colaborar intensamente con el legendario Roger Corman.
Así, junto a Bruce Dern, encabezó el reparto de films como Los ángeles del infierno (1966) o El viaje (1967).
También encabezó films más personales y dispares, partiicpando en títulos como Carrera con el diablo (1975), Los locos del Cannoball (1981) o El oro de Ulises (1997), que le consiguió su única nominación al Oscar por su interpretación, pero le fue arrebatado por el gran Jack Nicholson de Mejor… imposible.
Fonda, que también dirigió ocasionalmente, obtuvo el Globo de Oro a Mejor Actor de Reparto por el telefilm La pasión de Ayn Rand en 1999, y pasó el resto de sus años trabajando tanto en cine (Ghost Rider o El tren de las 3:10) como en TV (realizando apariciones en CSI: Nueva York o The Blacklist).
Pero, si por algun film será eternamente recordado, es por interpretar a uno de los moteros de Easy Rider, de cuyo estreno en 1969 se cumplen precisamente cincuenta años.
Dicho film, considerado responsable de la configuración del Nuevo Hollywood y buque insignia del cine independiente, estaba dirigido y protagonizado por Dennis Hopper, y le consiguió su primera nominación al Oscar dentro de una de sus facetas menos conocidas: la de guionista.
Desde ROCKBUSTERS lamentamos profundamente la pérdida de un gran actor como él.
Descanse en paz!
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