La música pierde a uno de sus genios. Adiós a Quincy Jones


Hace unos días nos decía adiós Quincy Jones, con 91 años de edad. Como tod@s sabeis, este es un espacio donde se habla de cine y rock, pero sería muy muy injusto no publicar nada sobre uno de los mejores productores que ha tenido la historia de la música... y las bandas sonoras.

Nacido en Chicago el 14 de marzo de 1933, Quincy Delight Jones, Jr., tenia un currículum donde no solo abarcaba trabajos como músico, sino también posiciones ejecutivas (como director musical para la compañía francesa Barclay y, desde 1961, como vicepresidente de Mercury Records) y estudios de composición con Olivier Messiaen y Nadia Boulanger.
En 1961 debutó en las bandas sonoras... con una película sueca: Pojken i trädet, pero fue en 1964 cuando empezó su carrera triunfal en las BSO, cuando Sidney Lumet le propuso encargarse de la de El prestamista, un drama con Rod Steiger, una de las primeras cintas de Hollywood que abordaban las secuelas del Holocausto.
Jones siguió trabajando con Lumet y con otros directores como Sydney Pollack (La vida vale más, 1965), Norman Jewison (En el calor de la noche, 1967) y Richard Brooks, para quien firmó la BSO de A sangre fría (1968), cosa que le valió dos nominaciones a los Oscar, siendo también el que pasó a la historia como el primer músico afroamericano nominado a Mejor canción original.
De esa época también hay que destacar Un trabajo en Italia (1969) y, sobretodo, la sintonía de una de las grandes series de la TV de esa década: Ironside.

Convertido ya en uno de los compositores de moda en la industria, Quincy Jones no paró de trabajar con much@s de l@s artistas del momento.  
Durante los 70's, su adicción al trabajo le dio varios sustos relacionados con su salud, entre ellos un aneurisma cerebral que le fue detectado en 1974. Debido a esto, sus trabajos para la pantalla fueron espaciándose cada vez más. 
Su trabajo para el show Raíces en 1977 le llevó a su primera (y única) victoria en los premios Emmy.
En 1978, debido a su amistad con Sidney Lumet, el músico se embarcó en un trabajo muy peculiar: ponerle música a El mago, una adaptación musical de El mago de Oz a ritmo de funk y soul, cuyos protaonistas eran la superestrella Diana Ross como Dorothy... y, en el rol del Espantapájaros, un adolescente llamado Michael Jackson.
El film estuvo nominado a cuatro Oscars, pero el mejor premio fue conocer a un Jackson ansioso por volar en solitario y dejar de ser el niño de los Jackson 5. El disco Off The Wall (1979) fue el que empezó a cambiar la música pop tal y como se conocía hasta ese momento.

En los gloriosos 80's tuvo años de muchísimo éxito en todas sus vertientes artísticas. En el ámbito musical "parió" el Thriller de Michael Jackson (1982), el disco más vendido y laureado de esa década que, junto a Bad (1986), cambiaron la historia de la música pop, siguiendo la senda iniciada por el disco de 1979 antes mencionado.
En 1985, decidió debutar como productor de cine tras hacerse con los derechos de El color púrpura. El film, además de contar con Steven Spielberg como director y Whoopi Goldberg como protagonista, cuenta con una banda sonora propia en la que brilla Miss Celie's Blues, la canción compuesta por Jones, Lionel Richie y Rod Templeton.
De ese año también es una de las canciones más famosas de la historia de la música, sobretodo en el marco de los eventos benéficos: "We are the world". Dicha canción surgió de la cabeza de Harry Belafonte inspirado en lo que Bob Geldof había hecho anteriormente en el Reino Unido. 
Ese himno no hubiera sido tan maravilloso sin la aportación de Quincy Jones como compositor, productor y lidiador de egos musicales.

En los 90's, los trabajos de Quincy Jones en cine y TV se volvieran cada vez más escasos e irregulares, pero se pudieron escuchar temas suyos en películas como la imprescindible Los chicos del barrios (1991) o en la saga Austin Powers iniciada en 1997, que usaba su Soul Bossa Nova (1962) como tema principal.
Pero si hay algo que hay que agradecerle a este hombre durante esa década, es la producción de El príncipe de Bel-Air, mostrando a todo el mundo a un tal llamado Will Smith.
 
A partir de la llegada del nuevo milenio, poca cosa nueva hizo, escuchando como a menudo se usaban sus famosos temas para ilustrar más de una banda sonora de película o serie de TV.

Solo por su carrera en la música popular, Quincy Jones tiene garantizado un lugar en la historia. De Ray Charles y Michael Jackson a Frank Sinatra y Lesley Gore, sus trabajos como productor, compositor y arreglista le convirtieron en uno de los profesionales más respetados de la industria, con 28 premios Grammy. 

Desde ROCKBUSTERS, aunque no sea de nuestro género, rendimos pleitesía a uno de los grandes artistas de la historia de la música.
Descanse en paz, maestro!

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