Ayer a última hora nos enteramos de la muerte del actor, productor, guionista y director
Jerry Lewis, fallecido a los 91 años en su casa de Las Vegas, en el estado de Nevada.
Nacido en New Jersey en marzo de 1926 y de nombre real
Joseph Levitch, era hijo de dos inmigrantes rusos dedicados al mundo del espectáculo, al que se incorporó con tan solo 5 años.
En el año 45, después de ser declarado No Apto para participar en la Segunda Guerra Mundial por un soplo en el corazón,
Lewis se unió al humorista
Dean Martin formando un inolvidable dúo cómico conocido como Martin & Lewis el cual fue cobrando fama en espectáculos y que tras tener su propio show de radio y televisión, un productor los vio actuar juntos en el Copacabana y les ofreció un contrato con el sello Paramount Pictures.
Durante los 10 años que fueron pareja artística rodaron 16 películas, empezando con
My friend Irma y con títulos como
¡Vaya par de marinos!, Camino a Bali, El cómico, El jinete loco, Artistas y modelos o
Juntos ante el peligro, que terminaron por convertirles en una de las imágenes más poderosas del cine norteamericano durante los años 50.
En 1956 la colaboración con
Dean Martin quedaría rota, no retomando la amistad hasta décadas después. Con esta separación inició una carrera en solitario que comenzaría grabando discos, actuando en casinos de Las Vegas y protagonizando cómics. Nuevamente, el cómico volvería al cine con títulos tan famosos como
El recluta o
Yo soy el padre y la madre.
En el año 60 debutó como director con
El botones, una película de bajo presupuesto rodada a base de improvisar escenas y en la que empezó a poner en práctica su técnica de rodarse en vídeo para poder revisar la toma una vez realizada (algo que décadas más tarde resultaría normal, pero que en el año 60 fue todo un avance en las formas de rodar).
Aunque Paramount no quedó muy contenta con el resultado, el film fue el disparador de la carrera de
Lewis como realizador, dando pie a algunos de sus títulos más conocidos como
El terror de las chicas,
El profesor chiflado (película por la que siempre lo recordaremos en
ROCKBUSTERS, y que fue víctima de un posterior remake a cargo de
Eddie Murphy),
Caso clínico en la clínica o
Las joyas de la familia, algunas grandes comedias que marcarían para siempre su carrera y que nunca le supusieron un Oscar.
A partir de los años 70, su carrera cinematográfica tuvo un parón y tras trabajos puntuales, regresaría al cine en 1982 de la mano de
Martin Scorsese para realizar
El rey de la comedia, en la que daba vida al presentador del programa de televisión.
En 2009 recibió el Premio Humanitario Hersholt de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficos de Hollywood, que recompensaba su labor en la ayuda a personas que padecen distrofia muscular de cuya asociación era presidente.
En 2016 se estrenaron sus últimas apariciones en pantalla:
Max Rose y un pequeño cameo en
Policías corruptos.
Otro actor clásico que se nos va y que se lleva con él toda la cantidad de risas que nos dio.
Descanse en paz!
