Hace semanas uno de nuestros ganadores nos mandó su opinión sobre Un lugar tranquilo.
Esta semana, nuestro amigo Daniel Suárez nos manda una de sus estupendas críticas sobre este film.
Os aseguro que no tiene desperdicio alguno.
Una auténtica delicatessen no ya para los aficionados al cine de género sino para los amantes del cine como medio de expresión considerado desde su dimensión mas genuinamente artística
Un lugar tranquilo bebe de varias fuentes, desde La guerra de los mundos de H.G. Wells, tanto de su versión literaria como de las cinematográficas, pasando por el maestro Alfred Hitchcock o el fantástico y el terror de los 80, hasta referentes mas cercanos en el tiempo como el cine de Night M. Shyamalan.
Partiendo de una original premisa argumental, no obstante las influencias reseñadas mas arriba, que ya en su punto de partida se presta al alarde creativo, John Krasinski, quien muy meritoriamente ejerce labores tanto de director como de actor, va desgranando con suma habilidad una historia a caballo entre la ciencia ficción de corte terrorífico y el drama familiar, con una sabia dosificación y gestión de la tensión narrativa en un crescendo que desemboca en clímax semiabierto tan bien resuelto como emocionante, en la que la cinta adquiere nuevas, fascinantes e inesperadas dimensiones.
La película es un magnífico ejercicio de estilo en el cual se despliegan con maestría una amplia gama de recursos expresivos narrativos tanto visuales - el fuera de campo, el color, la iluminación - como sonoros – en este caso el sugestivo uso del silencio adquiere especial protagonismo - aplicados con honestidad, ya que si bien el director se recrea de alguna manera en ellos, no lo hace de manera pretenciosa sino desde el convencimiento de que son la vía mas adecuada para provocar una fuerte respuesta emocional en el espectador, cosa que consigue con creces.
La dirección de actores es igualmente brillante, elevándose tal vez la interpretación de Emily Blunt por encima de la del resto, puesta al servicio de unos personajes muy bien trabajados y de gran profundidad psicológica.
Tal vez la resolución de algunas situaciones y secuencias resulte un tanto artificiosa y forzada, lo que impide que Un lugar tranquilo adquiera la condición de obra maestra del género que podía haber sido.
Con todo, Un lugar tranquilo es una de las mejores cintas de la temporada, y una nueva demostración de que el cine de calidad, son ribetes de cine autoral, no está reñido con el comercial.
Daniel Suárez Pérez
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