Crítica: STAR WARS: EL DESPERTAR DE LA FUERZA (2015) (Daniel Suárez)

J.J.Abrams ha hecho una película carente de emoción y tensión dramática como consecuencia de un fallido y poco claro planteamiento y desarrollo del conflicto narrativo sobre el que hacer girar la trama. El guión del otrora magnífico Lawrence Kasdan, que desgraciadamente nos ofrece aquí su versión más autocomplaciente y acomodaticia es irregular y errático. Las motivaciones de los personajes no quedan suficientemente dibujadas. Abrams traslada el libreto a la pantalla con una planificación inexpresiva, meramente funcional en el mejor de los casos y un ritmo ramplón y monocorde.

Las interpretaciones en términos generales se ven desganadas y carentes de carisma elevándose tal vez el trabajo de Daisy Ridley por encima de el del resto reparto, al igual que su personaje. La aparición de los personajes de la trilogía original queda desaprovechada, y lejos de provocar en espectador el entusiasmo que sería de esperar después de tantos años de ausencia resultan apagadas y un tanto forzadas, a lo que sin duda contribuyen asimismo unos poco inspirados diálogos a lo largo de todo el metraje, sin la chispa y el humor de antaño. De ello es tal vez la excepción la reaparición del personaje de la última secuencia, por otra parte una de las más hermosas y reseñables de la cinta, y que de alguna manera invita a esperar una mejoría en las siguientes películas.

Kylo Ren, el nuevo villano, carece de entidad como sucediera en su día con Darth Maul y no suscita emoción alguna en el espectador. El momento en que se quita la máscara podría asimismo haber sido mejor aprovechado a nivel dramático, como en el caso de Finn.

A destacar en el lado positivo la siempre magnífica partitura de John Williams, los efectos digitales empleados en algunas bien resueltas secuencias de acción y algunos bellos escenarios e imágenes que ayudan a contextualizar la película, como aquellas que nos ofrecen cruceros imperiales enterrados en la arena lo que hará las delicias de los fans de siempre

En conjunto J.J. Abrams ha recogido las premisas argumentales del episodio IV para reformular el universo Star Wars con una estructura, ritmo e incluso el aspecto visual que semejan los de un caro telefilme, sin la épica y el espíritu que en cambio el propio Lucas había recuperado en el episodio III. Los episodios I y II fueron un fiasco, pero con todos sus defectos al menos pretendían ampliar el universo de Star Wars. Esta película empieza a alejarse definitivamente del espíritu que alimentaba Star Wars.

En mi caso, al acabar la película me quedé pegado a la butaca por los ecos lejanos que me habían llegado de algo maravilloso que habrá siempre en una galaxia muy lejana. Y es que Star Wars: the force awakens ha sido una decepción. Pero no importa. Siempre nos quedará Tatooine…

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